2008/07/05

Chicago (3º día)


Paseo hacia el norte de la parte centro, con desayuno en un precioso y un tanto pico café de hotel (Café des architectes). Luego seguimos hacia Lincoln Park por una zona de casas bajas que no deja de ser ciudad (a la europea). Al paso por el Museo de Historia de Chicago vemos que hay algo de alboroto: policías, unos 15-20 curiosos y un autobús lleno de gente tecleando en sus portátiles. Tras unos minutos esperando en un banco vemos salir y saludar a Barak Obama.

Poco después comienza a llover y toca volver en metro (bastante sucio) al centro. Aprovechamos para subir a los trenes que dan su nombre al Loop, porque recorren en círculo el centro financiero de la ciudad al aire libre, a la altura del segundo o tercer piso. Una forma espléndida de disfrutar de sus calles y edificios.

La lluvia le dio la alternativa al Art Institute of Chicago, uno de los centros de arte más importantes del país y que, además del ‘Nighthawks’ de Hooper y el ‘American Gothic’ de Grant Wood, alberga la colección de impresionismo más importante fuera del Louvre. A la salida (ya no llovía), nueva visita al Millenium Park, dónde la chavalada se lo pasaba pipa con un par de fuentes gigantes situadas una enfrente de la otra y que muestran (cada una) una cara gigante en vídeo que ‘escupe’ un tremendo chorro de agua cuando abren la boca.

Otra de las cosas que había que probar en Chicago era la pizza deep pan, cuya peculiaridad está en su grosos (unos tres o cuatro centímetros) y que tardan como cuarenta minutos en prepararla. Sólo para glotones.

A eso de las 18:00 toca coger el taxi para irse a Washington. Algo así como una hora de atasco después llegamos al Midday. Ya de noche otro taxi nos deja en la casa de Alex en Washington tras pasarlo un poco mal al atravesar la zona de pubs (la gente invadía la calle) de la calle 19.


11428 pasos recorridos (en el museo –casi tres horas– el podómetro no contó los pasos)

[Fotos de Chicago]

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