Abuelos hiperrealistas
De camino a casa me crucé con una pareja mayor. Según se acercaban él me resultó conocido. Era Antonio López, el pintor, que iba con su esposa, María. Resultaban encantadores. Los dos menudos, vestidos de forma discreta y muy arrugaditos. Unos abuelos de libro.
Por cierto felicidades a mi abuelo, que cumple años.
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