Elecciones mexicanas

Hace poco conocí a un politólogo mexicano que trabaja en España. El tipo se mostraba como una persona con ideas progresistas, pero me sorprendió cuando le pregunté por el candidato de la izquierda para las próximas elecciones: Andrés Manuel López Obrador, el popular alcalde de México D.F.

Me dijo que no es necesariamente bueno que él ganara las elecciones, que para el bien de la democracia y la lucha contra la corrupción puede ser un problema que Obrador se convirtiera en presidente, y que es bastante probable que México avance más con un nuevo gobierno del PAN, el partido de Fox.

Las razones eran las siguientes: para ser candidato único de la izquierda había tenido que pactar con los sindicatos (un auténtico lobby) y con los sectores menos conservadores que habían formado parte del PRI, con lo que está directamente vestido con zapatos, trajes y corbatas pagadas y controladas por la corrupción. Por mucho que él tuviera la intención de cambiarlo todo es casi imposible que lo lograra.

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