2006/09/04

Más discos (13)

The Detroit Experiment. Disco extraño y curioso donde los haya. Publicado originalmente en 2003 y recuperado este año para Europa por Soul Jazz, se trata de un homenaje a la música negra de la ciudad de Detroit organizado por uno de los nombres mayores de la música electrónica, Carl Craig. Entre los componentes del grupo se encuentran hombres clave del jazz moderno (Geri Allen) o músicos de P-Funk que han formado parte de bandas como Parliament. El resultado es irregular pero siempre interesante, como una mezcla de sinfonismo, electrónica ambiental, alguna base hip-hop y algunos momentos de pulsión jazz-electro-hop que pueden recordar a momentos de Four Tet o DJ Spooky.


The Obliterati, de Mission of Burma. No es muy normal encontrarse con el nuevo disco de un grupo formado a principios de los ochenta. La vuelta a los ruedos de Mission of Burma ha sido mucho menos comentada que las de sus coetáneos británicos (Wire, Gang of Four...), pero los de Boston también traen las pilas cargadas de energía. En su segundo disco tras un letargo de casi 20 años se dejan producir/grabar por Bob Weston (Shellac) y mezclan de forma más que notable una inspiración melódica cercana al pop con toda su rabia sonora y política (son especialmente beligerantes con la administración Bush). Bien por el regreso, muy bien por el disco.

Burial, de Burial. Profundo y oscuro como un bosque de noche. Así es el sonido de Burial. Aunque más correcto sería trasladar la metáfora al paisaje urbano, al acero y a lo más oculto del mar. Los referentes son el Grime instrumental (o dubstep), pero también el ambient-dub del sello Basic Channel o la espiritualidad del Detroit Techno. Música fría (no sé si es una virtud o un defecto) y por momentos nerviosa que retrata de forma más pausada y sin tanto adorno las claves del nuevo sonido que surge de Londres. Esta vez de lo más profundo. No apto para bailones.


The only thing I ever wanted, de Psapp. Por último, pero no menos importante, uno de esos grupos empeñados en crear un pequeño mundo poblado por duendes, pop de juguete y ritmos y texturas que tienen algo de banda sonora. Psapp son distintos, pero tampoco se alejan tanto del pop como para no llegar algún día a un público masivo. Esto lo saben, pero de momento no han querido abusar de este potencial. Hasta ahora su mayor contacto con la fama lo supone 'cosy in the rocket', tema que ha sido usado como sintonía de la serie Anatomía de Grey. Bueno, ellos y la gente de Domino (Franz Ferdinand, Arctic Monkeys) que lanzan este su segundo disco. Toda una recomendación.

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