Niebla en Vermont

Fin de semana viajero

Boston: bonita y agradable, aunque menos impresionante de lo esperado. Noche en el YMCA y descubrimos que en esta ciudad odian a Bush aún más que en NY, donde le odian (aunque parezca increíble) aún más que en Europa. Visita a locales famosos (la cervecería Cheers) y cena con amigos ajenos pero asumidos como propios con gran placer. Lo más curioso: una especie de metro que parecía un autobús enterrado y luego resultó ser más bien un tranvía.

Vermont: un estado chiquitito con la población aún más dispersa (no llegan a 700.000 personas). Todo lleno de bosques, ríos, casitas encantadoras, muchíiiiiisimas banderas de EE.UU., unos cuantos puentes cubiertos (como los que fotografiaba Clint Eastwood en Los puentes de Madison), millones de tiendas de antiguedades y artesanía. Comimos en la típica casa perdida en el fin de ninguna parte (sacada de una película de los 50) y disfrutamos de los árboles cambiando del verde al rojo. Bueno, lo que nos permitió la niebla. Nos faltó Cape Cod. Para la próxima visita (y Maine también, que lo acabo de ver en los comentarios).

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