2008/11/22

Kanye West: 808s & Heartbreak

Un paso adelante. Después de ser productor de moda en el mundo del hip-hop y publicar tres discos en los que el rap se daba la mano con soul y pop, tras convertirse en gurú de lo cool desde su blog personal, Kanye West aspira a ser el artista total que fusione pop, ritmos tribales, ambientes electrónicos y funk. Como el Prince de los 80 suena absolutamente personal pese a que se vean las influencias.

En este 808's & Heartbreak cubre de una tacada el camino que al de Minneapolis le llevó tres años (de Around the world in a day a Sign 'O' the times). Hay pop contagioso, baladas melodramáticas que flotan en aires extraños y radicalismo rítmico con melodías pegadizas por encima.

La ambición de West es prácticamente ilimitada. Realmente parece que ha buscado crear un disco capaz de definir una época. Sin embargo hay pocas cosas que suenen grandilocuentes o pretencionsas en un disco en el que el lujo y cierto divismo convive sorprendentemente con la austeridad.

Como en todo disco pop hay partes más oscuras y un puñado de singles que brillan como estrellas. A los ya publicados 'Love Lockdown' y 'Heartless' supongo que seguirá el fantástico 'Paranoid', candidato sin rubor a mejor tema de 2008. Reconozco que hay canciones en las que la parte melódica me parece en exceso dramática/trascendental, pero la producción, ambientes y ritmos del disco son ejemplares. Un triunfo.

Vídeo de 'Heartless'


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