2005/12/19

Los nuevos jinetes del apocalipsis, de Lola Canales

'Lola, lo de tu libro es como un telediario pero a lo bestia'. Un telediario sin fútbol (o casi) y en el que las noticias presentes fueran correctamente explicadas y contextualizadas, tanto hoy como históricamente.

Pero en lo básico coincido con la definición que una periodista de El País hizo de Los nuevos jinetes del apocalipsis (espejo de tinta, 2005), un libro en el que Lola Canales (TVE, RNE, Diario16, Panorama, Tribuna...) se ha propuesto explicar qué son y por qué tienen tanto poder los Neoconservadores estadounidenses, analiza los problemas que genera la inmigración que llega a Europa occidental y se zambulle en los orígenes de muchos de los problemas de la sociedad actual. La autora ordena y expone de forma clara las razones y consecuencias de las noticias con las que nos bombardean a diario los medios de comunicación.

Especialmente interesante resulta su aproximación a los movimientos neonazis y de extrema derecha. El misticismo que aupó al poder a Hitler, su absoluto dominio de la comunicación política en Estados Unidos y la forma en la que utilizan los miedos de la población (a la pobreza, al 'extraño' que llega para 'robarle' lo que le corresponde). También habla de la forma en la que las plataformas racistas comienzan a organizarse en España de cara a las próximas elecciones locales y los bandas de música rac (rock anticomunista), con nombres como Batallón de Castigo, Torquemada 1488, Centuria Hispánica u Ofensiva 88 (8 es igual a H. 88=Heil Hitler).

Seis capítulos dedicados a analizar las raices (y troco y hojas... hasta el polen) de los problemas que están presentes o latentes en la sociedad actual. Cada uno de ellos perfectamente presentado por una cita. No me resisto a transcribir tres de ellas:

A veces tu mano derecha no sabe lo que está haciendo tu mano de extrema derecha. Ronald Reagan.

La humanidad avanza. Hoy solamente queman mis libros; hace unos siglos me hubieran quemado a mí. Sigmund Freud.

Todo hombre que se mire en el espejo, verá siempre reflejado en el fondo un solemnísimo farsante. Pio Baroja.

Xx