Bajar la basura

Hace unos minutos dije "voy a bajar la basura". Entonces pasaron dos cosas. Bueno, tres.

Lo primero es que tuve que salir a la calle (en pantuflas, me encanta), porque ya habían sacado a la calle los cubos de basura de mi edificio.

Lo segundo fue el shock de ver a una madre y sus dos hijos rebuscando en lo que ya habían deshechado mis vecinos.

Lo tercero fue recordar un día hace unos siete años cuando hice esto mismo en casa de mis padres. Me encontré en el ascensor con otro vecino (como de la edad de mi padre) que también llevaba la bolsa del polvo. Charlamos sobre casi nada, salimos juntos del edificio y cuando dejé lo que tenía que dejar donde lo tenía que dejar el vecino se despidió de mí: "Bueno, vecino, yo no vuelvo tan rápido. Cuando crezcas aprenderás que 'bajar la basura' es algo más que lo que acabas de hacer". Acto seguido se metió en el primer bar que encontró.

Por ahora se ve que no he crecido lo suficiente.

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