2007/04/30

Más vale tarde que nunca

Reseña de dos libros ni demasiado recientes ni demasiado antiguos que he leído en esta última semana.

Viviendo del cuento, de Juanjo Sáez

Desde los míticos, 'underground' y punk-naïf dibujos de Círculo Primigenio (los Moldy Peaches de la ilustración) hasta campañas de publicidad para marcar multinacionales y editar un libro/cómic/diario sobre sus 10 años de profesión. Juánjo Sáez ha sabido mantener una línea de trabajo (decir 'artística' quedaría muy serio) marcada por lo sencillo (no siempre simple) y la herencia de Matisse, en lo gráfico; y la mala baba con lo famoso/establecido y las modas, en lo temático.

Con la excusa de recopilar algunas de sus mejores tiras cómicas en la revista .H (léase 'punto H') Sáez acaba haciendo de cronista de la época en la que los bares y las discotecas (al menos en Barcelona) se convirtieron en Clubs, en la que los ilustradores pasaron de hacer dibujitos para rellenar hueco a ser protagonistas del boom del diseño y (en el precioso Capítulo 12) hace un retrato de su familia hermoso, simpático y muy sentido. Todo ello narrado con un estilo directo y una autocrítica que acerca mucho estas páginas a lo que suele ser un blog.

Ice Haven, de Daniel Clowes

Genio oficial del último cómic estadounidense, él éxito de crítico y público de Ghost World amenaza con convertirse en una losa similar a la que sintieron Radiohead tras OK Computer. ¿Qué hacer luego? ¿Reincidir en esa escritura más tradicional que tanto ha gustado o seguir explorando? Tanto el anterior David Boring como este Ice Haven parecen tirar más hacia la segunda opción, pero sin perder de vista la primera. Posiblemente ese sea el mayor pero de estos dos trabajos: esa tierra de nadie en la que los hallazgos se valoran como algo objetivo, pero en la que el entusiasmo nunca llega.

En el caso de Ice Haven se vuelve al pueblo de provincias (sus protagonistas podrían ser vecinos de los de Ghost World) pero la opción narrativa se dirige a una dirección menos convencional: historias paralelas (alguna de ellas irreal) plasmadas con distintos recursos narrativos y que van desentramando el fresco descorazonador del pueblo protagonista. Se puede apreciar la influencia (brutal en el mundo del cómic de los 10 últimos años) del Acme Novelty Library de Chris Ware en el tono desesperanzado y la gráfica de muchas de sus viñetas, pese a ser un cómic lleno de referencias a otras obras de Clowes y poblado por situaciones y personajes arquetípicas de su obra.

Al final, y pese a no cerrar del todo alguna de las historias, vuelve a ser un un buen trabajo y muestra a las claras el talento y las obsesiones de uno de los autores más importantes de la historieta moderna.

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