2012/12/24

Tailandia - Laos: día 6

El Centro Cultural y museo de Chiang Mai está centrado en la historia y cultura de la provincia. Muchas de las salas están formadas por reproducciones a escala que muestran la forma en la que se cultivaba, pescaba o rezaba en los templos. Tienen también una sala sobre la llegada del tren a Chiang Mai y su significado. Sin mostrar grandes florituras técnicas lo cierto es que resultó de lo más interesante.

Cultivando arroz

Después nos fuimos a una cárcel  de mujeres en la que las presas dan masajes tradicionales, como forma de realizar actividades y prepararse para la vida una vez cumplida la condena. Cuando me estaba marchando, un francés me pidió que le hiciese una foto con la ropa—holgada—que te ponen para el masaje. Al acabar trató de adivinar de dónde era yo y, tras dudar unos segundos, dijo "¡italiano!". Al ver mi cara acabó concediendo "¡español! Siempre os confundo". En otros momentos del viaje me preguntaron si era libanés o si era de oriente medio. Igual un libanés albino, porque ni estando buena parte del tiempo al sol conseguí ponerme moreno.

Como una sopa con unos wonton y me vuelvo a sorprender de la cantidad de ajo que utiliza esta gente. Más, incluso, que en España.

Lindo pez de río (4 metros)Lady A. regresa a Bangkok, donde tiene una boda, y yo me voy al Zoo de la ciudad. Más que el zoo en sí—me suele dar cosica ver el estado en el que se encuentran los animales—, lo que me interesa es el acuario. Lo que más me llamó la atención fue un piso en el que hay dos gigantescos túneles en los que puedes caminar rodeado (también por arriba) de los peces. En uno de ellos hay peces de río (alguno de hasta cuatro metros) y en otro peces de agua salada. También tienen algún reptil anfibio.

El tráfico en Tailandia es aún más caótico que en Madrid. Si la subida al zoo me llevó 5 min, tardo como 40 en bajar por los atascos que se montan a media tarde. Las ciudades en sí son extrañas acumulaciones de calles y edificios. Lady A. dice que es porque mientras en Europa primero se piensan las ciudades y luego se llenan de gente, en Asia primero se lleva a la gente y luego se les dice que se las apañen para ver dónde vivir.

Ceno en un sitio de fusión thai-francesa en el que tienen una French Toast absolutamente deliciosa y luego, de camino a la ribera derecha del río (que aún no había visto) me encuentro con un mercado nocturno muy distinto al Night Bazaar: este está lleno de locales (no 'farangs' haciendo turismo), hay mucha comida (incluyendo larvas a la brasa) y ropa al por mayor (mínimo llevarse tres piezas).

Ya al otro lado del río (supuestamente dónde puedes encontrar buenos clubs y restaurantes) me encuentro con más señores blancos feos y gordos con chicas jóvenes tailandesas y decido volver al centro. De camino me cuelo (había mucha gente y con disfraces, no me pude resistir) en la fiesta de un instituto. Además de guateque en algunas de las aulas había una especie de representación "fin de curso" musical en el que se mezclaban personajes sacados de un libro sobre buda con un toque de hadas Disney.

Real men Don't buy girls

Vuelvo hacia el centro y me encuentro todo el rato con la misma foto: tuc-tucs, locales de masaje, puestos de roti de banana, un 7-eleven (en Tailandia hay millones) y algún ladyboy echándome los tejos. Así cada dos minutos hasta que llego al remanso de paz que es la Ciudad Vieja. Home, sweet home.

[+ info: fotos y vídeos en Flickr]


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