10, 3, 7, 6, 8, 1... bingo!

Llega agosto, y parece que el Metro de Madrid también se fuera de vacaciones. Seis líneas de doce suspendidas en todo o parte no está nada mal. En ciudades con suburbanos muy antiguos (como Londres) es habitual que alguna línea tenga problemas u obras, pero esto ya es demasiado.

En el faraónico plan de Gallardón para ser reelegido el año que viene parece que hay un apartado que dice 'molestar todo lo posible'. Confiará el hombre en que todo el mundo vea lo bien que está el metro, las calles y las carreteras simplemente por comparación.

A todo el que esté en Madrid y quiera vivir una experiencia alucinante, que visite las obras de la M-30 a la altura Legazpi, que más bien parecen (sobre todo de noche) el escenario de una guerra apocalíptica.

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