De paseo por el Londres pijo

Este segundo día en Londres me lo he pasado casi entero con Amarga.

Para empezar, otra vez lío en el metro de Finsbury Park. Esta vez había tanta gente que cerraban cada diez minutos la entrada a la estación. Solo dejaban pasar gente para fuera. Una vez que quedaban un poco menos congestionados los andenes, abrían y volvían a dejar entrar a gente.

Quedé con Amarga en Notting Hill Gate. Dimos una vuelta por Portobello y por el barrio en general, nueva morada de famosos como Kate Moss o Robbie Williams y repleto de tiendas hipercarísimas. También un sitio muy bonito, todo hay que decirlo. Por allí nos pillaron los dos minutos de silencio por los atentados de 7 días antes. Por cierto, que nos llegó el rumor de que había explotado otra bomba por Wimbledon. Falsa alarma.

Luego estuvimos un ratillo por Kensington: también chulo y mega caro. Un bus nos llevó a Pall Mall, donde visitamos el ICA (un centro cultural bastante importante de Londres), junto a Trafalgar Square. Luego comimos un bocata en Covent Garden.

Hago un inciso para señalar mi sorpresa por el clima. No sólo está haciendo sol, sino que el calor es casi agobiante, especialmente en los buses, que no tienen aire acondicionado. Por lo visto, cuando los inspectores olímpicos le dieron el aprobado al transporte público de Londres, todos los periódicos locales pusieron el grito en el cielo.

Luego dimos unas cuantas vueltas por la zona que hay detrás de Covent Garden, llena de calles peatonales y tiendas modernillas. Cogimos otro bus y nos acercamos a Candem. Un par de paseos y dos pintas después nos despedimos.

Y poco más, una vuelta nocturna con Mireia por Stoke Newington tras lo que cenamos en una pizzería. Mañana será otra historia.

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