2005/09/09

Charlie y la fábrica de chocolate, de Tim Burton

Johnny Depp ha crecido. Ya no es el invento, sino el inventor. Además su padre ha dejado de ser Vincent Price para ser Christopher Lee. Pero no se parece mucho a su padre. En realidad se parece a Michael Jackson. Hay chocolate, ardillas, unos enanos clónicos que cantan y nadan como Esther Williams, sopa de repollo y un ascensor de cristal.

Me habían comentado cosas muy distintas sobre la película: que si era una obra maestra, que si Depp resultaba insoportable, que si no valía la pena verla en cine ('déjala para el vídeoclub'), que si el final era demasiado pasteloso, que si Burton aún no había recuperado la frescura, que si visualmente era increíble.... Agotador.

Pero conseguí reponerme de tal avalancha de información y fui a verla. Me gustó. Está muy bien construida, con unas ligeras modificaciones en personajes y guión respecto al libro de Dahl que dan ritmo y actualizan la historia. Igual sobra tanta referencia al pasado de Willy Wonka: lo misterioso no hay por qué explicarlo (deja de ser misterioso). Visualmente es una delicia (por lo tanto no vale para el videoclub), y Burton se muestra en muy buena forma. Se auto-homenajea unas cuantas veces y combina con sana extrañeza el humor y la mala leche.

El final es para darle patadas, eso sí.

Xx