Red: Nothin' to celebrate

Siempre he sido bastante descreído. Ni barajas ni espíritus, ouijas o el futuro escrito en las líneas de mi mano. Pero me inclino a pensar que algo raro debió ocurrir con el alma de Johny Cash cuando falleció en septiembre de 2003. Por algún extraño medio parece que cruzó el Atlántico y se apoderó del cuerpo de un francés que nació Olivier Lambin pero publica sus discos como Red.

La voz es grave, la música profunda pero llena de paisajes abiertos, que huelen a polvo, sol y porche de madera. Además, en uno de los temas de Nothin' to celebrate colabora Will Oldham (como Bonnie 'Prince' Billy), otro de los herederos del lado más oscuro (que ya es decir) de Cash. Juntan sus voces en una versión del '(He was a) friend of mine' que aquel interpretara a duo con Bob Dylan en los años 70.

Si el hombre de negro siguiera vivo y se hubiera lanzado a grabar un quinto volumen de la serie American recordings, tendría que versionar algún tema del fantástico Nothin' to Celebrate.

Pero, claro, si Cash estuviera vivo quizás el último disco de Red no sería lo mismo. Le faltaría una pizca de alma.

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