2005/09/28

Pero qué divertiro que era Takeshi

Ya puestos a reivindicar cosas del pasado (todo vuelve y tal), alguno recordará con cariño los disfraces y el teatro físico el Pressing Catch y otros a aquellos tipos que luchaban con una especie de bastoncillos de las orejas para gigantes (Gladiadores Americanos). Pero mi corazoncito catódico pertenece a Humor Amarillo. Un programa imposible en el que unos descerebrados japoneses se pegaban unos porrazos antológicos (por el Emperador, claro) tratando de conquistar un castillo poblado de samuráis con coleta. Les enviaba a la lucha un samurai con sable y todo, y resulta que el principal guarda del castillo era el amigo Takeshi Kitano. De hecho el nombre original del programa era El Castillo de Takeshi. El hombre se había hecho un nombre como cómico en la TV japonesa y parte del duo Two Beats (de ahí su mote de Beat Takeshi). Antes había trabajado como ascensorista del club favorito de los yakuza de Tokio. Y por sus pelis posteriores se ve que de todo se aprende.

Volviendo al programa, como no había forma de buscarle una lógica comprensible para el espectador español, los comentaristas (uno de ellos hijo de José Luis Coll) optaban por inventar diálogos, misiones y nombres para todo lo que pasaba en la pantalla. Luego vinieron los concursos de porrazos en España (El gran juego de la oca y demás) y los americanos estiraron el chiste hasta el mal gusto (Jackass). Pero como el laberinto del chinotauro, las zamburguesas y el Chino Cudeiro no hay nada.

+ INFO
- Takeshi's Castle (página homenaje al programa. En castellano de Castilla)

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