2005/05/23

Once años en once cajas (bueno, diez)

El pasado jueves, como por sorpresa, me anunciaron la llegada a mi piso (sí, ese de 29 m2) de once cajas llenas de cosas de casa, ropa, libros y discos de mi antigua casa familiar. Al final resultaron ser diez cajas propiamente dichas y la guitarra (española).

Como toda la familia hemos acabado emigrando, mis padres han decidido poner en alquiler el piso en el que viví desde séptimo de EGB hasta que comencé a trabajar. Alguna vez he vuelto por allí (fiestas, algún periodo entre mudanzas, las visitas de unos días para ver a la gente de siempre...), pero la mayoría de las cosas ni las tocaba. Hace unos meses ya tuve que meter buena parte de los cachivaches que me quedaban allí en cajas, pero fue, en la mayoría de los casos, más una labor de almacenaje que de selección. Una excepción: las cartas y postales. Me costó horrores deshacerme de algunas. Casi tuve que leerlas todas para saber cuáles eran imprescindibles y cuáles no. En realidad todas lo eran, pero alguna debía quedarse fuera, como símbolo de que había hecho 'limpieza'.

Ahora lo tengo todo aquí, en mi salón. Las he ido abriendo poco a poco, aunque cada vez con más ganas, con un 'aquí, aquí debe estar aquel libro!' que hacía surgir una sonrisa en mi cara. Entonces fueron apareciendo manteles, cintas de casete, una lámpara, láminas, aquella ensaladera que me regalaron en un cumpleaños, zapatos y una caja de madera en la que guardo mis bolsas de té.

Pero, sobre todo, de aquellas cajas salieron el plato y los discos: los míos y los de mi padre, que prefirió no llevárselos a su nueva casa. Durante más de cuatro horas (que para mi fueron como diez minutos) fui sacando, uno tras otro, aquellos vinilos que tantas veces había escuchado, visto, catalogado e incluso limpiado con una solución de agua y jabón. Un poco de todo: Springsteen, Serrat, Ry Cooder, Clifford Brown, Bob Marley, Golpes Bajos, algo de trip-hop (Andrea Parker), un poquito de Drum 'n' Bass (Photek), Cocteau Twins, Silvio Rodríguez, Vainica Doble...

Mi salón ya no es el mismo que antes, respira de otra forma. Y es que hay que ver la de cosas que entran en once cajas (bueno, diez) cuando son cosas que de verdad importan.

Xx