Lo que el viento se llevará

Vaya por delante mi alivio porque no haya habido que lamentar las pérdidas humanas que se llegaron a vaticinar en Nueva Orleans (decenas de miles de muertos, decían), aunque van 55 y es de suponer que se conviertan en más. Al final el huracán Katrina se ha quedado en un estado de peligrosidad 3 (sobre 5) y ha abnegado amplias zonas de Lousiana y Mississippi. Realmente lo peor llega ahora, cuando los evacuados deben volver a sus casas y hay que reparar los daños materiales y recuperar su vida normal.

La principal repercusión del Katrina habrá que medirla no en pérdidas humanas, sino económicas. Se estima que se va a convertir en el huracán más dañino de la historia. Y ojo, todo porque paga el seguro y ha afectado a la industria petrolera.

Pero también hay que preguntarse cómo es posible que haya sido necesario vaciar una ciudad entera (Nueva Orleáns) por la llegada de Katrina. Aquí hay dos puntos:
- Me extraña que, con 24 o 48 horas de anticipación, los meteorólogos no sean capaces de anticipar si el huracán va a tener fuerza 5 o fuerza 3.
- Por otra parte, si los daños producidos eran capaces de destruir la ciudad, ¿a quién coño se le ha ocurrido hacerla así? Por muy bonita que sea mi casa, si el resto del edificio corre el riesgo de caerse cualquier día nadie va a permitir que vivas ahí. ¿Con las ciudades no pasa?

De todas formas, ahí va la última información sobre el tema:
- Fotos en Flickr
- Blogs que hablan sobre el tema (Technorati)
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- Últimas noticias en inglés (Google News)

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