Sin City
Sin City, la película, es una fiel traducción al lenguaje cinematográfico de los distintos capítulos de Sin City, el comic al que Frank Miller se ha dedicado casi en exclusiva desde 1991. Conceptualizada en torno a un espectacular uso del blanco y negro (combinado en algunas ocasiones con el rojo y el amarillo), la obra de Miller supuso una recuperación del género negro, llevando al extremo el mundo de prostitutas, matones, polis y gangsters desarrollado por novelas y películas estadounidenses entre los años 30 y los 50. Pese a tratarse de su trabajo más querido y uno de sus títulos más populares, solo las historias contenidos en el primer volumen (el denominado 'Sin City', protagonizado por el matón Marv) y 'Ese bastardo amarillo' se sitúan cerca de las obras maestras de Miller (Electra lives again, Ronin, Batman: año uno, 300 o Batman: el regreso del señor de la noche).
Sin City, la película, respeta tramas y personajes, haciendo coincidir momentaneamente las historias cruzadas que tienen lugar en Basin City. Fiel también a la estética y cierto tono de autoparodia de la obra original, el filme dirigido por Robert Rodríguez, Quentin Tarantino y el propio Miller (guionista de las partes 2 y 3 de Robocop) corta la respiración. Bruce Willis, Clive Owen y Mickey Rourke son los tipos duros, mientras Jessica Alba, Jamie King y Rosario Dawson interpretan a las peligrosas féminas. Humor salvaje, frases tan definitivas que bordean el ridículo y muchísima violencia son los ingredientes. Y estos se exponen de una forma tan decidida que el plato resulta algo difícil de digerir.
De fondo, aparece en la versión cinematográfica el mismo problema que en el cómic: la pobre construcción de muchos pasajes en cuanto a argumento y textos. La tremenda impresión visual difumina la historia y la tensión se vuelve casi excesiva. Para amantes de las experiencias extremas.
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