Fragagá.org y las elecciones gallegas
En la antigua Grecia, y aún en la Roma clásica, a los políticos se les medía por sus palabras, por su capacidad para arrancar emociones de la audiencia. Manuel Fraga (ex embajador español en Londres, ex ministro con Franco y presidente de la Xunta de Galicia) tiene algo del carácter despótico de aquellos senadores, pero si algún día gozó de el don de la palabra gentil, plena de grandeza y aleccionadora, lo perdió por el camino.
Estos días se está celebrando la campaña electoral en Galicia, en la que Fraga aspira a su quinta mayoría absoluta consecutiva.
En un intento por evitarlo (así de claro), el blog Fragaga.org propone una lucha desde el único humor posible: el de los que ven cómo su país se va al garete. Venden camisetas en 'azul Zaplana' y 'negro Prestige', te invitan a descargarte un pdf con la careta del protagonista de sus desvelos y recopilan en varios audios alguna de las frases más definitorias del personaje en los últimos tiempos. Destaquemos dos momentos:
- El día en que le perdonó dos hostias a una manifestante contra la actuación del petrolero Prestige por el hecho de ser mujer
- Durante una conferencia, un grupo que protestaba (qué manía,no?) por el Prestige alzó su voz en el fondo de la sala. Durante un momento, Don Manuel debió retroceder mentalmente a la época en la que firmaba sentencias de muerte y metía en la carcel a los periodistas y soltó, sin dudar un segundo, un 'que entren los antidisturbios' que quita el hipo. Nada de llamar a la calma o pedir que se retirara la pancarta.
Sousiño y Quintete
Todo sea dicho. La verdad es que tampoco los otros dos candidatos son como para echar cohetes. El socialista Touriño (que se perfila como próximo presidente de un gobierno de coalición con los nacionalistas del BNG al que no le doy ni dos años) es uno de los políticos más apáticos y grises que se hayan visto jamás. A su lado Zapatero parece tan chispeante como Berlusconi.
Por su parte, el nacionalista Anxo Quintana (Quin, en la campaña de publicidad que le hace parecer modernillo) es como esos niños-actores de teleserie que son monísimos pero que cuando crecen se convierten en horribles e insoportables. El chaval prometía, pero...
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