Queda la contrarreloj: 8.160 votos en Pontevedra
Al final... no hay final. La noche electoral en Galicia ha dejado las cosas en suspenso. Pese a encuestas previas y a pie de urna, Manuel Fraga sigue vivito y coleando. Los resultados, una vez recontados los votos de los residentes en Galicia, le dan 37 escaños al PP (a uno de la mayoría absoluta), 25 al PSOE (cuyo líder prometió que dejaría la política si no se convertía en presidente de la Xunta) y 13 para el BNG, que retrocede a los resultados de hace 12 años.
Pero queda el voto de la emigración, cerca de 100.000 sufragios (la mitad de ellos argentinos), que se esperan mayoritariamente populares. El escaño más disputado, y que probablemente decida las elecciones, es el último de Pontevedra, actualmente en manos de los socialistas por 8.160 votos de diferencia. En las elecciones de 2001 el PP obtuvo en Pontevedra el apoyo de 13.293 emigrantes, el PSOE el de 4.559 y el BNG el de 1.194. En las europeas hubo más voto a favor del PSOE que del PP, pero en estas elecciones no se puso en funcionamiento la maquinaria del PP gallego en Latinoamérica.
Esta situación me recuerda a las grandes vueltas ciclistas (Tour, Vuelta a España, Giro), cuando el pobre escalador llega a las últimas jornadas con un minutillo de ventaja y acaba perdiendo todas sus opciones en la contrarreloj. Habrá que esperar al día 27.
El Censo de Residentes Ausentes no ha dejado de aumentar en los últimos años, sobre todo tras la reforma del Código Civil propiciada por el Gobierno del PP en 2002 que permite la nacionalidad -y con ella el derecho a voto- de los hijos de españoles que viven en el extranjero y quieran optar a ella desde su país de residencia. Ya se sabe, 'favor por favor...'
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